13 de septiembre de 2005

Nocturno

Mientra releo;
este confuso cielo,
esos rostros de cal
y sombra viva,
ese duende rumor con paso de agua
alguna muerte amiga,
y te pronuncio y te repito: lluvia,
¿desde que tiempos
y que vida antigua?
una desierta voz
-casi de lluvia-
cruza la altiplanicie de los sueños
-como un eco perdido se apuna
y tropieza entre sombras y cae muerto-,
al repetrise y repetirte lluvia...
mientras releo:
la claustral costumbre
de aquel árbol sin alas,
el atónito andar de algún recuerdo
recién resucitado,
o la ansiedad abierta de estas manos,
en vez de decir: nada.
OLIVERIO GIRONDO

Donde paso las horas


Estos techos, son donde vivo, frente al Tajo, en este largo verano toledano.

Bucólico, extraño, profundo.