26 de junio de 2005

La Duras por Vilas-Matas


Marguerite Duras por Vilas-Matas
"Yo la recordaré siempre como una mujer violentamente libre y audaz, que encarnaba en ella misma y a tumba abierta -son su inteligente uso, por ejemplo, del libertinaje verbal, que consistía en sentarse en un sillón de su casa y, con verdadera fiereza, despacharse a gusto- todas las monstruosas contradicciones que reúne el ser humano, todas esas dudas, fragilidad y desamparo, individualidad feroz y busca del desconsuelo compartido, en fin, toda esa gran angustia que somos capaces de desplegar ante la realidad del mundo, esa desolación de la que están hechos los escritores menos ejemplares, los menos académicos y edificantes, los que no están pendientes de dar una correcta y buena imagen de sí mismos, los únicos de los que no aprendemos nada, pero también los únicos que tiene el raro coraje de exponerse literalmente en sus escritos -donde se despachan a gusto- y a los que yo admiro profundamente porque sólo ellos juegan a fondo y me parecen escritores de verdad".
(París no se acaba nunca. Pag.32)