23 de febrero de 2007

Los girasoles ciegos


Ayer al leer Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez,
-y que no pude soltar hasta acabarlo, ya que es buenísimo-,
comprendí cabalmente que a un estado de ánimo melancólico, acaso triste,
nada le puede ir más ajustado, que leer un libro melancólico, triste.
Lo mismo ocurre con la música para esos estados.
No creo que sea operativo, útil, sabio, huir de ellos.
Hay que dejar que naveguen hondo. Que nos traigan los tesoros que ocultan.
La tristeza no es mala. Ni la melancolía.
Como el insomnio, muchas veces son fuente de conocimiento, desde algún Otro Lado más sutil, alejado de la, a veces, tosca cotidianeidad.
Llegan para completarnos.


8 Comments:

Blogger pazzos said...

Leí deprisa y corriendo "Los girasoles ciegos" el año pasado. Me gustaron más unos relatos que otros. Encontré demasiado melodramática la historia de las montañas asturianas aunque por proximidad debería ser la que más me debería haber gustado. Prefiero la del militar que se rinde en visperas de la victoria de su ejército.
El libro merece una lectura más pausada de la que yo realicé.

23 de febrero de 2007, 9:10 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Me ha interesado el libro. Lo quiero ya. No conocía al autor y fuí al enlace que das, y me ha gustado saber de èl.
Gracias por presentarmelo.
Lo buscaré.
A mi me gustan los estados de melancolía. Me siento hasta creativa.
Me gusta disfrutar de la soledad.
No, no puede ser tan malo.

Besos.

24 de febrero de 2007, 12:54 a. m.  
Blogger malditas musas said...

El "mosnstruo" de la melancolía desde mi punto de vista es uno de los estados más puros.

Me gusta tu idea de que naveguen hondo.Bonito texto.

Besos

24 de febrero de 2007, 2:20 p. m.  
Blogger Gloria said...

De acuerdo totalmente, de nada sirve negar lo que somos, reprimir y tratar de transformar lo que sentimos en una alegria forzada. La alegria mas bella y luminosa que conozco es la que viene despues y gracias a la melancolia.
Voy a buscar el libro, un abrazo.

24 de febrero de 2007, 9:43 p. m.  
Blogger marcia said...

el otro día conversábamos sobre esto con mi pareja. Es como si una parte de nosotros sabiamente buscara la atmosfera para que profundicemos en nosotros, tu lo decias claramente la música, los atardeceres, el estar más sóla, etc...y la experiencia me ha demostrado que hay que sumergirse...


cariños

26 de febrero de 2007, 2:57 p. m.  
Blogger Mónica Sabbatiello said...

Veo que compartimos sensaciones,
aprendizajes de la vida...
¡¡qué cosas curiosas,
ricas,
pasan a través
de este puñado loco
de amigos de blog...
Es tan raro
una experiencia
que va
creciendo
creciendo

27 de febrero de 2007, 3:37 p. m.  
Blogger erre said...

Cómo escapar de la melancolía, una vez cruzada la línea?

Es un placer encontrar espacios como este, y en la soledad de la noche, sentirme acompañada, desde la soledad del mundo.

05 de marzo de 2007, 3:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Absolutamente de acuerdo. No sólo navegan hondo a su anotjo, las más de las veces arrojan luz.
Las oscuridades tienen sus luces... como la luz sus opacidades.

Hay que aprender a estar atentos, mientras "nos dejamos estar" libres, en el estado que sea...

16 de marzo de 2007, 4:25 a. m.  

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